MERCADILLO de PALABRAS CATETAS
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
viernes, 20 de junio de 2025
Chicorzo
lunes, 21 de abril de 2025
Engarriar y engarrio
viernes, 18 de abril de 2025
ºdesacarreo
jueves, 27 de marzo de 2025
Descuajeringar
lunes, 17 de febrero de 2025
Espurrear o espurriar
miércoles, 22 de enero de 2025
Pulla
sábado, 11 de enero de 2025
Culiquear
viernes, 27 de diciembre de 2024
Hacer el ratón
Antuya
Relatar
sábado, 2 de noviembre de 2024
miércoles, 4 de septiembre de 2024
Cabras e hiladillo
¡Hola! Bienvenidos a mi mercadillo. Aquí estoy, con otra catetilla: cabras, las cabras.
Hasta los niños que no han vivido en pueblos saben que las cabras son unos animales con cuernos que dan leche; sin embargo, se cuentan con los dedos de las manos los que recuerdan que por estos lares las cabras eran unas molestas y feas manchas rojas que a las mujeres les salían en las piernas por efecto del calor del brasero. Para evitarlas se hacían unas polainas de cartón que les cubrían las piernas por delante y se las sujetaban atrás con hiladillos, que eran unas cintas blancas o negras, estrechas y muy socorridas. Pero lo mejor para combatirlas era el verano porque en lugar de sentarse al brasero a coser o a tricotar se sentaban a las puertas de las casas.
¿Hay algún seguidor que lo recuerde?
De todos modos en nombre de estas cabras y del hiladillo gracias por despertarlas, porque las palabras, ya sabemos, no mueren nunca, simplemente se quedan dormidas de aburrimiento cuando dejamos de usarlas.
jueves, 22 de agosto de 2024
Añusgarse
¡Hola! Bienvenidos a mi mercadillo. Aquí estoy, con otra catetilla: añusgarse: atragantarse.
Ejemplos:
—Bebe despacio que vas a añusgarte.
—Dale unas palmadas en la espalda para que deje de toser por haberse añusgado.
—Siempre que come y grita acaba añusgándose.
—Para no añusgarse lo mejor es comer y beber sentado, despacio y escuchando más que hablando.
Recordar esta palabra más que añusgar desañusga. En su nombre, gracias por hacerlo.