¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
viernes, 27 de diciembre de 2024
Hacer el ratón
¡Hola! Bienvenidos a mi mercadillo. Aquí estoy, con otra catetilla: dar el ratón: el regalo que daban a los novios los que no iban a la boda, regalo que siempre era en especies.
La espiga sigue siendo el dinero que los invitados dan a los novios, el ratón ya no lo da nadie, pero antaño quedaba muy mal quien no lo hacía. Solo se libraban de hacerlo los que iban todos los miembros de la casa a la boda y espigaban. Los novios, además de la lista de la espiga, hacían la del ratón, para cuando a ellos o a sus padres les tocara cumplir. Esto escribió la bisabuela de una amiga mía en su lista del ratón:
-La madre de Gloria media docena de paños de cocina de Portugal.
-La madre de Angelines un orinal de porcelana.
-La abuela de Andrés un kilo de café y otro de azúcar.
-La madre de Luisa media docena de tazones de china.
-La Martina tres kilos de garbanzos.
-La Juanita una mañanita hecha por ella.
-Ana María un liguero de bolillo hecho por ella.
-La vecina de Luis un tú y yo bordado por su hija.
-La tía Consolación tres cazuelas…
Estas cosas hoy no sirven ni para tener un detalle. Normal pues que hacer el ratón sea ya una expresión de las más catetillas que me he encontrado. ¿Quedará alguien que todavía la recuerde? Si es así, me gustaría saberlo.
Gracias.
Antuya
¡Hola! Bienvenidos a mi mercadillo. Aquí estoy, con otra catetilla: antuya: primera matanza.
Esta catetilla fue muy usada en los pueblos de la comarca de Béjar.
Su historia:
Pasada la siembra, la siega, la trilla y la vendimia llegaba el mes de octubre y la despensa estaba vacía. Para salir del paso hasta diciembre que se hacía la matanza estaba la antuya, es decir, una primera matanza, matanza que siempre pagaba el pato el cerdo más joven, matanza que se hacía a primeros de noviembre. Se me ocurre pensar que de ahí viene el refrán que afirma que “A cada cerdo le llega su San Martín” que es el 11 del citado mes. Ya ni se hace antuya, ni se hace matanza, pero vale la pena recordar o conocer una palabra que fue muy usada.
Gracias por hacerlo.
Relatar
¡Hola! Bienvenidos a mi mercadillo. Aquí estoy, con otra catetilla: relatar.
Esta palabra es muy usada con el sentido de explicar, narrar o contar algo, pero dejó de usarse con el sentido de refunfuñar o protestar gruñendo de algo, y como catetilla que es injustamente, porque hay que oír lo que se relata por todo y por nada y con razón y sin ella, tiene derecho a un lugar en este espacio. Veamos algunos casos:
Es una máquina haciendo algo, pero hay que ver lo que relata por todo.
—Descuelga el teléfono relatando y se enfada porque cuelguen sin más.
—Gasta tantas energías relatando que todo lo deja a medias.
—Relata tanto por todo que más que su hijo parece su abuelo.
Gracias por la visita.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)