¡Hola! Simpática cateta la que traigo hoy al mercadillo: ir como las ovejas luceras, siempre juntos, emparejados. Se decía de las personas que no sabían ir solas a ninguna parte, que iban siempre en grupo, generalmente formado por hermanos, padres e hijos y raras veces, porque era propio de personas poco sociables,, amigos. Era una forma elegante de llamarlas borregas, incapaces, por timidez, por miedo injustificado o por desconfianza, de enfrentarse a gestionar algo por sí solas. Hasta pronto.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
martes, 2 de septiembre de 2014
Ir como las oveas luceras
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita