¡Hola! ¿Quieres pasar al mercadillo? Pues adelante, en estos días de calor se agradece la sombra de sus muros más que nunca, y para que te vuelen las horas, disfruta con catetillas como esta expresión: Ser más caro que el azafrán. Se utiliza para decir que no se compra algo por ser muy caro, pero no porque el precio no esté al alcance del bolsillo, sino porque no compensa el servicio que hace. De hecho es un condimento que se utilizaba para dar color, no sabor, a la paella, plato que se cocinaba en días señalados. ¿Queda claro? Saluditos.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
sábado, 15 de julio de 2017
Ser más caro que el azafrán
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