¡Hola! Hoy vengo al mercadillo más contenta que nunca. Traigo una catetilla que gracias al conflicto de Cataluña -no hay mal que por bien no venga- ha resucitado. Está claro que las palabras no mueren nunca, simplemente se duermen de aburrimiento cuando nadie las usa, pero en cuanto alguien las despierta, ahí están, tan útiles como siempre. Hablo de matraca, dar la matraca, darle la matraca a alguien, que es lo que ha hecho uno de los Jordis encarcelados por delito de sedición, no por sus ideas políticas como pretende hacernos ver, con su compañero de celda. Tanto le ha dado la matraca con lo de la independencia que el hombre, harto de sus sermones al respecto, para no acabar desquiciado o partiéndole la cara, ha tenido que pedir traslado de celda. ¡Menos mal que se lo han concedido! Queda claro el significado ¿verdad? Saluditos.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
Dar la matraca
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