¡Hola! Curiosa la catetilla que traigo hoy al mercadillo: acalugar. Según el diccionario de la RAE significa sosegar, acariciar y aliviar, pero por aquí se utilizó siempre con otro sentido muy diferente. Si te fijas en los ejemplos, lo entenderás mejor. Es una persona tan activa que no acaluga ni a comer; en lugar de sentarse a la mesa como los demás, se sienta y se levanta entre cuchara y cuchara para seguir con lo que tenga entre manos. Me dijeron que ya venían de viaje, y hay tanto tráfico que hasta que no los vea llegar, no acalugo en ningún sitio. Siempre se usó en forma negativa. ¿Por qué este cambio de uso? No lo sé pero sería incapaz de decir: “Mira a ver si acalugas –por acaricias- a ese niño para que se calle”. Saluditos.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
domingo, 29 de octubre de 2017
Acalugar
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