¡Hola! Tirulato. —¿Tú qué entiendes si yo te llamo tirulato o tirulata? Acabo de preguntárselo a alguien que ante mi sorpresa lo sabe mientras escribo para el mercadillo. Respuesta: —Pues que estoy boba. Pues para eso sirve esta catetilla: para decirle a alguien que está atontado, que no sabe por dónde anda, pero no porque sufra ninguna enfermedad generalmente, simplemente porque tiene un mal día, uno de esos días en los que sin saber por qué se anda alelado, ausente, despistado, espeso, que dicen ahora, como si en lugar de referirse al estado de una persona, se refirieran a la masa de los buñuelos, y suele hacerse, mejor dicho, solía hacerse, en tono cariñoso. Saluditos.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
martes, 16 de octubre de 2018
Tirulato
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