¡Hola! He aquí una expresión muy acertada: ser de cáscara amarga o tenerla.
Se decía por estas tierras de las personas malas, pero puntualicemos, no de las personas malas a conciencia, dispuestas a hacer daño porque sí o porque no, de las personas que nunca hacían un favor a nadie, que a nadie echaban una mano, que ni siquiera por interés daban confianza para pedirles algo por insignificante que fuera.
El sentido le llegó sin duda de la fruta que por ácida y de piel verde no hay quien le clave el diente.
Sigue habiendo personas sin azúcar. Por lo tanto, no puedo dejar de usarla. ¿Qué te parece?
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.