martes, 9 de octubre de 2012

Tupir, tupirse y tupa

¡Hola! No hace falta que lo jures. Ya sé que te han llamado más la atención las catetas comentadas por Helita que la de mi última entrada. Pues bien, entra un instante; también están en mi mercadillo y quiero hablarte de ellas. Es curioso observar el sentido tan distinto que les damos a las palabras en unos y otros lugares. En Salamanca también se utiliza el verbo tupir o tupirse para decir que estamos hartos de comer, pero ojo, no de comer mucho, más bien de comer algo con tanta frecuencia que se le ha cogido manía. “Me encantaban las lentejas pero he comido tantas que ya estoy tupida de ellas y no puedo tragarlas”. Pero el verdadero sentido que por estos lares se le da a tan bello verbo es psicológico. “Llévate a los niños que ya me tienen tupida”, o sea, harta de aguantarlos. “Queda uno tupido”, es decir, harto, cansado de un trabajo físico o labor continuada. “Me voy a dar un paseo que ya estoy tupida de estar sentada”. “¿Pero es que no te tupes de dar guerra?”, diría una madre tupida de las travesuras de su hijo. Y vamos a la palabra tupa. Aquí no se dice tupitada, se dice tupa, y con muy distinto sentido. Fíjate en estos ejemplos: “¡Vaya tupa a correr que nos hemos dado!” “¡Qué manera de llover! Mira que tupa de agua traigo, y de momento sigue lloviendo”. “¿Será animal? Acaba de darle una tupa de palos al burro que lo ha dejado baldado”. Un poco salvaje el ejemplo ¿verdad?, pero quería decirte que la tupa además de cansancio, de agua y otras molestias, puede ser de palos. Por último habrás observado que tanto del verbo como de la palabra hablo en presente. Tiene su explicación, se siguen utilizando, aunque eso sí, por personas mayores, en su mayoría procedentes de zonas rurales y de bajo nivel cultural, lo que las convierte a la vez en catetas.

lunes, 8 de octubre de 2012

Guipar

¡Hola! ¿Me prestas cinco minutos? Me sobran tres para presentarte una palabra que a buen seguro te resulta familiar. Se trata de la palabra guipar: ver, descubrir, percivir algo que nos quieren ocultar. ¿A que aunque te resulta cateta no te resulta desconocida? Naturalmente. Me atrevo a decir que esta palabra se ha utilizado en todos los pueblos de España pero merece un hueco en mi mercadillo porque o mucho me equivoco o en la sierra salmantina se utilizó más que en otras zonas. Fíjate en estas frases: “Guardé bien la tarta de cumpleaños pero al final me la guiparon antes de tiempo y tuve que sacarla”. “Guarda bien los regalos de reyes si no quieres que los chicos te los guipen antes de tiempo”. “No me escondas los bombones que ya te los he guipado”. Pues bien, si la conoces, ¡anímate a usarla! Es preciosa.

domingo, 7 de octubre de 2012

Viciar o aviciar

¡Hola! Al hilo de la cateta vicio, que también fue muy usada en Extremadura según nos comenta Helita, quiero presentaros el verbo viciar o aviciar, que de ambas formas se decía. Está claro que significa abonar las tierras, estercolarlas con estiércol. En Salamanca, como supongo que en Extremadura, no es que hayan desaparecido estas palabras, es que han desaparecido los que las usaban, o sea, los campesinos, pero seguro que entre los que quedan todavía hay alguien que las usa sin rubor alguno.