¡Hola! Aquí estoy, con una de mis catetas: ansión. Ansia, angustia, congoja grande, muy grande. Le daba sobre todo a los niños cuando lejos de sus padres los recordaban. Ejemplo: Me traje a mi sobrino a pasar el verano conmigo y a los tres días tuve que llevarlo: le dio el ansión de sus padres y no pude convencerlo con nada. Aunque la expresión haya caído en desgracia, puedes usarla si te apetece, a los niños les sigue dando el ansión.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
jueves, 15 de agosto de 2013
Darle el ansión
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