lunes, 25 de diciembre de 2017

Matancina

¡Hola! Malas fechas para darte una vuelta por este mercadillo, pero por si las moscas, te dejo esta catetilla: matancina.
     Diga lo que diga la RAE de su significado, por algunos pueblos de esta provincia significa preocupación exagerada u obsesión injustificada.
     Ayer la vi en la frutería, pero me oculté para que no me viera; estoy harta de que me de la matancina con el precio de las manzanas.
     Vaya matancina que se trae el amigo con los papeles de los seguros, más que leerlos para informarse, se los aprende de memoria, y si algo no entiende o no quiere entender, va y viene a la oficina de turno hasta que le den con la puerta en las narices para que los deje en paz.
     Felices fiestas.

domingo, 17 de diciembre de 2017

Devaneos

¡Hola! Devaneos. ¿Te gusta esta catetilla? Del verbo devanear, significa amoríos pasajeros.
     ¿Que se casa tu primo? Imposible creerlo. Lo suyo es devanear con todas, pero enamorarse, de ninguna, y ni por interés será capaz de pasar por la vicaría.
     Déjate de devaneos que ya no tienes edad para perder el tiempo en eso.
     ¿Entendido?
     Saluditos.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Sotaque

¡Hola! ¿Cómo estás? Yo encantada de dar una vuelta por el mercadillo para dejarte otra catetilla de las mías: sotaque, que se utiliza, mejor dicho, se utilizaba para decir que alguien tenía buen estómago, o sea, comer mucho y con ganas.
     ¡Qué buen sotaque tienen estos chicos, le llenas el plato y repiten!
     ¿Ya llenaste el sotaque? ¡Pues hale, a jugar!
     Simpática palabreja ¿verdad?
     Saluditos.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Patochada

¡Hola! Acabo de oír una catetilla que figura en mi archivo y aquí me tienes, abriendo el mercadillo para dejarla. Se trata de la palabra patochada, y para los más descuidados, patochá. Quiere decir despropósito, incoherencia, metedura de pata. Fíjate en los ejemplos:
     Ayer hablé con Pilar, le pregunté si habías regresado del viaje y me saltó con una patochada de las suyas. Lo mejor es no hacerle caso.
     Para mí que Jaime no anda muy bien; tan pronto te cuenta su vida sin preguntarle, como le preguntas por algo y te salta con una patochada.
     Si quieres oír patochadas, vete a la reunión de vecinos, porque si uno mete una pata, el otro mete las dos.
     Saluditos.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

No estar muy católico

¡Hola” De nuevo entro en el mercadillo, con una simpatiquísima catetilla: “No estar muy católico”, es decir, encontrarse algo mal de salud, sufrir algún malestar. Seguro que todavía la utiliza alguien.

     Desconozco el origen de esta expresión. ¿Alguien lo sabe? Se me ocurre pensar que a lo mejor tenga que ver con los tiempos de la Inquisición, en que lo primero era ser o declararse muy católico, por si las moscas. La forma negativa no estar o no encontrarse muy católico lo que hace es reforzar la idea de que lo ideal era estar o ser muy católico.

    Cuentan que en uno de nuestros pueblos, supongo que pasaría en muchos, el cura, en cierta ocasión, fue a visitar a un enfermo, y al preguntarle cómo se encontraba, el enfermo dijo: “Pues ya ve padre, no estoy mu católico”. A lo que el cura respondió: “No diga eso hombre de Dios. Querrá usted decir que no está mu bien, pero que no está mu católico…”
    Cosas que pasan.

     Saluditos.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Bobanco

¡Hola! Bienvenido al mercadillo. La nueva catetilla es muy simple: bobanco. Se usaba en no pocos pueblos de la provincia para llamar a alguien bobo de forma más cariñosa.
     Saluditos.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Dar la matraca

¡Hola! Hoy vengo al mercadillo más contenta que nunca. Traigo una catetilla que gracias al conflicto de Cataluña -no hay mal que por bien no venga- ha resucitado.
      Está claro que las palabras no mueren nunca, simplemente se duermen de aburrimiento cuando nadie las usa, pero en cuanto alguien las despierta, ahí están, tan útiles como siempre.
      Hablo de matraca, dar la matraca, darle la matraca a alguien, que es lo que ha hecho uno de los Jordis encarcelados por delito de sedición, no por sus ideas políticas como  pretende hacernos ver, con su compañero de celda. Tanto le ha dado la matraca con lo de la independencia que el hombre, harto de sus sermones al respecto, para no acabar desquiciado o partiéndole la cara, ha tenido que pedir traslado de celda. ¡Menos mal que se lo han concedido!
     Queda claro el significado ¿verdad?
     Saluditos.

domingo, 29 de octubre de 2017

Acalugar

¡Hola! Curiosa la catetilla que traigo hoy al mercadillo: acalugar.
    Según el diccionario de la RAE significa sosegar, acariciar y aliviar, pero por aquí se utilizó siempre con otro sentido muy diferente. Si te fijas en los ejemplos, lo entenderás mejor.
     Es una persona tan activa que no acaluga ni a comer; en lugar de sentarse a la mesa como los demás, se sienta y se levanta entre cuchara y cuchara para seguir con lo que tenga entre manos.
    Me dijeron que ya venían de viaje, y hay tanto tráfico que hasta que no los vea llegar, no acalugo en ningún sitio.
     Siempre se usó en forma negativa. ¿Por qué este cambio de uso? No lo sé pero sería incapaz de decir: “Mira a ver si acalugas –por acaricias- a ese niño para que se calle”.
     Saluditos.

viernes, 27 de octubre de 2017

Esbarrancón

¡Hola!Bienvenido al mercadillo. Si hace unos días te encontraste con el verbo esbarrancar, hoy, aunque solo sea para no hacer de menos al nombre, ya catetillo también, te lo presento: esbarrancón en singular y esbarrancones en particular. 
     Un esbarrancón no es otra cosa que el desprendimiento de un trozo en una pared producido por un roce con algo, una patada o golpe por el estilo. ¡Vamos,!, lo que obliga a pintar, una lata.
     Saluditos.

lunes, 23 de octubre de 2017

Satélite

¡Hola! ¿Qué tal? Acabo de llegar al mercadillo, con otra cateta, claro. ¿Quieres conocerla? Seguro que la conoces, que la has estudiado, que la utilizas incluso, pero no con el significado que se utilizó por aquí. Se trata de la palabra satélite. Si te fijas en el ejemplo, sobra explicar el significado.
     Ayer tuve a los dos satélites (nietos) en casa. No me dejaron ni comer tranquila. Todo el día los tuve detrás de mí. Me das esto yaya, me das lo otro, ven a jugar… Son incansables.
     Solo añadir que satélites solo se usaba para llamárselo a los niños cuando no dejaban de dar vueltas alrededor de los adultos porque su origen es de sentido común.
     Saluditos.

lunes, 16 de octubre de 2017

Esbarrancar

¡Hola! Esbarrancar. Esta es la catetilla que traigo hoy al mercadillo. Preciosa aunque significa algo que resulta muy feo: hacer desconchones en la pared.
     Dejad de jugar en el salón que vais a esbarrancar las paredes y están recién pintadas.
     No sé cuánto hace que no la oigo, pero fue muy utilizada. ¿Cómo se dice ahora? Porque supongo que las paredes, sobre todo si hay niños en casa, se siguen esbarrancando.
     Hasta pronto.
 

martes, 26 de septiembre de 2017

Gallo

 ¡Hola! Gallo: es la catetilla que traigo hoy al mercadillo. ¿Que no te parece una palabra en desuso? Pues tienes razón, pero no la tienes. Todos sabemos qué es un gallo, incluso los que no los han oído jamás al nacer el día porque no han dormido una noche en un pueblo, pero vivos o muertos todos hemos visto un gallo y así lo llamamos. Pero aquí nos referimos a los gallos de una naranja, es decir, a los que en cualquier lugar solo se los conoce por su verdadero nombre: gajos. ¿Aclarado?
     Saluditos.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Las chichas

¡Hola! Seguro que la catetilla que traigo hoy al mercadillo te trae recuerdos de la infancia, cuando de niño ibas al pueblo de tus abuelos, quizá al tuyo, para asistir a la matanza. Se trata de las chichas, es decir, las carnes que una vez preparadas eran embutidas.
    —Prueba las chichas a ver como están de sal.
    —Voy a freír ya unas chichas. Están riquísimas. 
    —Antes de empezar a embutir, separa las chichas para los cumplidos.
    Era de obligado cumplimiento llevar un plato de chichas a los vecinos que hacían lo mismo cuando mataban, a las familias de los que habían ido a echar una mano, a los que no asistían por alguna razón justificada y cómo no, a la casa, para darse otro festín después. Sabrosísima costumbre ¿verdad? Por último reseñar que algunos bares las ofrecen como aperitivo. Gracias a ello los más jóvenes saben qué son aunque nunca hayan estado en una matanza, y lo mejor de todo, pueden comerlas, que es un placer.

    Saluditos.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Ser de pipas coloradas

¡Hola! “Ser de… o tener las pipas coloradas”. Es la catetilla que traigo hoy al mercadillo. Es de las pocas expresiones que no me gustan, sin duda porque nunca le encontré un sentido lógico. Se utilizaba para decir de alguien que sus rarezas anunciaban su maldad.
    En cuanto la vi, lo pensé, tiene las pipas coloradas y no me equivoqué.
    No quiero cuentas con él, es de pipas coloradas, y estas personas ni son buenas para amigas ni son buenas para enemigas.
    Lo mejor de las personas que tienen las pipas coloradas es que puedes librarte de sus maldades no dándoles confianza que no es poco ¿verdad? 
    Saluditos.

miércoles, 16 de agosto de 2017

Andar de capa caída

¡Hola! “Andar de capa caída”. Es la expresión que dejo hoy en el mercadillo. Seguro que la conoces. Aunque yo diría que por aquí se utilizó más que por otros pueblos, formó parte de todos los lugares, y me atrevo a decir que se sigue utilizando, aunque eso sí, cada vez menos. Quiere decir andar o estar triste, cabizbajo, desganado, melancólico… bien por una preocupación, bien por estar enfermo, bien por simple vaguería.

     Su origen es muy sencillo:

     Hace referencia a la capa, prenda de gran tradición entre los nobles y aristócratas españoles porque revelaba la condición social de quien la llevaba, así aparece en el Tratado tercero del Lazarillo de Tormes, en el que un escudero que está en la miseria no se desprende de su capa cuando sale a la calle, aunque no tenga nada que comer. Parece ser que la forma descuidada reflejaba la decadencia de su fortuna o su salud.

    Saluditos.

lunes, 14 de agosto de 2017

Tirar de la manta

¡Hola! ¿Qué tal? Yo encantada de llegar al mercadillo con otra expresión ya catetilla: “Tirar de la manta”, que quiere decir descubrir algo malo de alguien, bien de verdad o como simple amenaza.
      Los chanchullos de los políticos solo se descubren cuando uno de los suyos se enfada porque no le dan lo que quiere y tira de la manta.
     Posibles orígenes:
      José María Iribarren, en su libro "El porqué de los dichos", recoge que 
esta expresión pudo nacer de los lienzos con los nombres de los judíos que 
se convirtieron al cristianismo en Navarra, a los que llamaba "manwas". 
Tirar de la manta significaba, pues, sacar a la luz este pasado.
     Otros autores Aseguran que esta expresión alude a las mantas de la cama que tapan 
las intimidades, de ahí que la frase signifique descubrir aquello que se 
quiere ocultar.
    Cuando queremos amenazar a alguien con contar algún íntimo secreto que puede suponer un  perjuicio grave hacia esta persona, amenazamos con “tirar de la manta”.
     Hoy vamos a ver los dos posibles orígenes de la expresión:
     El origen más comentado en las diversas fuentes consultadas nos lleva hasta Navarra en los Siglos XVI-XVII, en una época en la que los judíos habían sido expulsados de esos territorios a no ser que se convirtiesen al cristianismo, razón por la cual podrían permanecer en la zona casi sin ningún perjuicio; y digo casi, debido a que desde entonces adquiere gran protagonismo la “limpieza de sangre” de las familias.
     La “limpieza o pureza de sangre” no era otra cosa que pertenecer a un linaje “puro” cristiano.
     Estas personas “limpias” serán automáticamente capacitadas para desempeñar cualquier tipo de cargo público, además de otras prebendas.
     Pues en 1610 se cuelga en la Capilla del Cristo del Perdón de la Catedral de Tudela (Navarra, España) una enorme tela (llamada manta) con el nombre de las familias que no eran “puras”, y por lo tanto gozaban de peor consideración que las otras, a modo de “recordatorio” y en cierto modo de escarnio público.
     Por eso se dice “tirar de la manta” cuando se quiere sacar a la luz un secreto inconfesable y/o vergonzoso, pues lo que se hacía era “tirar” de la lista que aparecía en la manta para comprobar los antecedentes familiares de determinados linajes.
     El otro origen nos lleva también al Siglo XVI-XVII, más concretamente a las fondas donde se alojaban los viajeros menos pudientes.
     Era común el que se compartiese cama con otra persona, ya que así salía más barato el pernoctar, pero el problema venía a la hora de taparse para no pasar frío, pues cada cual tiraba de la manta hacia su lado para abrigarse mejor, con lo que dejaba al “compañero” de cama destapado y con las “vergüenzas” al aire; por lo que también se baraja esta teoría como posible.
     Cada cual que defienda la que más le guste. Personalmente me inclino por la segunda. Me parece más al alcance de las personas que la usaban.
     Saluditos.

sábado, 12 de agosto de 2017

Estar a la cuarta pregunta

¡Hola! Bienvenido al mercadillo. Hoy no traigo una palabra, traigo una expresión casi olvidada. “Estar o andar a la cuarta pregunta”. Significa no tener dinero, andar mal económicamente. ¿A que seguimos teniendo razones para usarla?
     No sé en qué se gasta el dinero, pero gane lo que gane, siempre anda a la cuarta pregunta.
     Lo siento, hoy no hay propina, estoy a la cuarta pregunta.  
     Su origen:
     Aunque hay varias teorías, la más plausible es que provenga de los antiguos interrogatorios judiciales, en los que al imputado se le preguntaba primero por su nombre y edad; segundo por su lugar de nacimiento y domicilio; en tercer lugar por su religión y estado civil; y en cuarto lugar por sus bienes y rentas.
     Normalmente, los declarantes alegaban no poseer bienes ni rentas, sino que todo su patrimonio provenía de su trabajo, para no ser embargados. Cuando a lo largo del interrogatorio se hacían alusiones a este punto, los testigos se remitían a esta cuarta pregunta.
     Posteriormente, la expresión quedó como marca de pobreza o falta de ingresos.
     Saluditos.

sábado, 5 de agosto de 2017

Bago y bagazo

  ¡Hola! Estaba deseando traer al mercadillo una de mis catetillas más originales, pero siempre que me disponía a hacerlo me encontraba con la misma dificultad: no encontraba ninguna explicación lógica a su origen. Hoy, sin pretenderlo ella misma, me la envía una de las visitantes más fieles, y yo me apresuro a traerla para que la conozcas, no sin antes darle las gracias, tanto por sus visitas como por la explicación que aclara mis dudas.

     La palabra es bago, con be, claro. Un bago es cada uno de los granos de uva que forman un racimo. ¿Por qué se los llamaba bagos y no granos? Seguramente porque venía de la palabra que tan maravillosamente nos presenta E. G y que yo desconocía. Dice así:
 
     Estoy leyendo una novela y aparece una palabra que, aunque ya la conocía, me ha encantado encontrarla de nuevo. Es BAGAZO. Te la paso por si no la conocías, aunque supongo que sí.
    Hay varios tipos de bagazo pero aquí me vengo a referir al resto que queda después de haber prensado la uva para extraer el mosto.
    El bagazo está formado por el hollejo o piel de la uva, las semillas y los pequeños cabos de los racimos  después de haber pasado los mismos por la DESPALILLADORA que es la máquina que se usa para separar el raspón (parte leñosa del racimo de uvas) de las uvas con el fin de que durante el proceso de maceración no aporten al mosto resultante sabores amargos.
     Este bagazo recibe el nombre de orujo. Y de él se obtiene mediante destilación en alambique, el aguardiente (al que también se le llama orujo).Los restos pueden triturarse y emplearse como abono o, una vez secos, como combustible para las chimeneas (al menos en Galicia lo hacen así).
     De las aceitunas también se obtiene otro tipo de bagazo.

     Saluditos. 

sábado, 15 de julio de 2017

Ser más caro que el azafrán

¡Hola! ¿Quieres pasar al mercadillo? Pues adelante, en estos días de calor se agradece la sombra de sus muros más que nunca, y para que te vuelen las horas, disfruta con catetillas como esta expresión: Ser más caro que el azafrán. Se utiliza para decir que no se compra algo por ser muy caro, pero no porque el precio no esté al alcance del bolsillo, sino porque no compensa el servicio que hace. De hecho es un condimento que se utilizaba para dar color, no sabor, a la paella, plato que se cocinaba en días señalados. ¿Queda claro?
     Saluditos.

miércoles, 21 de junio de 2017

Chaperón

¡Hola! Chaperón, ni es un saludo coloquial, ni es el apodo de alguien, es la catetilla que hoy llega al mercadillo. Por aquí significa dos cosas: avería (enfermedad) física o mental, y obra pequeña y molesta, a causa, generalmente, de alguna avería.
    Alberto se cayó de la bici y vaya chaperón que se ha hecho en la pierna.
    ¡Vaya chaperón que tiene el paisano! Para mí que lo que dice que le pasa, más que pasarle, es que lo sueña.
    ¡Vaya chaperón que tiene en casa! Y todo por dejarse abierto un grifo. ¡Menos mal que se ha hecho cargo el seguro!
    La segunda versión todavía se oye; la primera, no tanto.
    Saluditos.

sábado, 17 de junio de 2017

Tarja

¡Hola! Me encanta la catetilla que traigo hoy: tarja. 
     La tarja era un listón de madera muy fina. Los panaderos iban haciendo una muesca en ella por cada pan que el cliente compraba al fiado. Cuando iba a pagar, se contaban las muescas, y el número de muescas hechas era el número de panes que se debían. Cada muesca pues era una deuda, y como siempre hubo gente para todo, algunos se largaban sin pagar. Era entonces cuando se decía eso de “¡Vaya tarja que han dejado!”
    ¿A que a ti también te encanta?
    Saluditos.

domingo, 4 de junio de 2017

Yeldar

¡Hola!: ¿Quieres darte una vuelta por mi mercadillo? Hoy vengo con una catetilla muy singular: yeldar, que aunque a algunos de fuera les suene a fundir, a mermar, a cuajar, por aquí significa todo lo contrario: fermentar, aumentar, esponjar, sobre todo una masa. “Y ahora a esperar a que esponje”, decían nuestras madres cuando tras preparar todos los ingredientes del bollo maimón –dulce salmantino que se hacía para las bodas, los bautizos y comuniones- y meterlo en el horno. Recibo la información de que uno de los que la utilizó mal fue Miguel de Unamuno, pero como persona inteligente que era, supo rectificar muy bien. Te copio el error y la corrección.
    
… saltan las uñas, zarpas de codicia,
Baña el sudor mis castigados miembros,
En las venas la sangre se me yelda,
Sed de agua siento;

    “En el desierto” lleva una nota del autor en el libro Poesías (pág.355), que se refiere a la forma verbal yelda (verso 31), que significa “cuajarse, endurecerse una masa blanda, y sobre todo el pan”, cuya etimología brinda a los lectores. Pero debe ser tenida en cuenta la corrección de ella que el mismo autor hace años más tarde. Apareció en su libro de versos siguiente, el titulado Rosario de sonetos líricos, pág. 285. Dice así:

“Y como quien quiera corregir ha de empezar por corregirse, para dar ejemplo he de rectificar un error que deslicé en una nota de mi libro Poesías, error que me llevó a dar al vocablo YELDAR un sentido que se aparta algo del que realmente tiene. Seducido por una falsa y atropellada etimología en que me obstiné y es la de hacerlo derivar de GÉLIDU, me empeñé en que yeldarse significase “cuajarse, endurecerse una masa blanda y sobre todo el pan”, cuando en realidad lo emplean aquí en el sentido de fermentar, levantarse la masa de pan, y deriva del latín LÉVITU, que da en leonés LIEB’DOLLELDO-YELDO, y en castellano LLEUDO-LLUDO. Ambas formas, yeldo y lludo, se usan por acá, y ni una ni otra figuran en el diccionario oficial.”

lunes, 29 de mayo de 2017

Brasero y complementos.

¡Hola!: Encarna, que visita con frecuencia el mercadillo, me ha recordado que tengo pendiente de traer una palabra muy curiosa: brasero. Y digo curiosa porque es antigua pero no cateta.
     Catetas se dice de las palabras que se usaban en las zonas rurales y el brasero era más usado en la ciudad; en los pueblos, hasta que no llegaron las cocinas de butano, se prefería encender la chimenea, que servía para guisar y servía para calentarse, sin que esto signifique que fuera algo extraño. Por esto, aunque haya sido desplazado por la calefacción en la mayoría de los hogares, o a falta de ella por el brasero eléctrico, todos sabemos qué es un brasero. Lo que ya muchos ignoren es qué era la badila y la alambrera. Y he aquí la explicación:
     Badila: paleta de metal, redonda y de mango largo, con la que se removía el picón para que calentara más (echar una firma, que se decía por aquí, y que ya tiene su espacio en el mercadillo).
     Alambrera: caperuza de aros metálicos muy finos con las que se cubría el brasero para evitar que las brasas pudieran quemar las faldas de la camilla o la ropa que se ponía a secar. Esto era una imprudencia, pero las circunstancias obligaban, y casos hubo en los que el fuego se cobró sus víctimas desgraciadamente.
     Tampoco podemos olvidarnos del soplillo. Era de esparto, redondo, con un pequeño mango de madera, que servía para soplar las brasas que se ponían sobre el picón para prenderlo. Todo un arte aunque no lo parezca.
     Saluditos.

sábado, 20 de mayo de 2017

Chaveta

¡Hola” ¿Tienes un minuto libre? Pues te invito a conocer o recordar esta catetilla que puede ser palabra o frase. Chaveta: cabeza. Perder la chaveta, estar mal de la chaveta…  
     Según el diccionario de la RAE la chaveta es una clavija o pasador que se pone en el agujero de una barra para impedir que se salgan las piezas colocadas en ella. Si la chaveta falla, lo que sostenga la barra va al suelo. Supongo que de este paralelismo surgió la expresión que no necesita ejemplos ¿verdad? Debo señalar que aunque poco, todavía se oye, y es una pena porque esto indica que seguimos perdiendo la cabeza por cualquier cosa.
    Saluditos.

Ser un madero con ojos

¡Hola! La expresión que traigo hoy no es fea, es feísima, sobre todo por su significado, pero como todas en su lugar merece un sitio en este mercadillo. Hablamos de la expresión ser un madero con ojos, que significa ser poco inteligente, no pensar demasiado, no servir para nada más que para mirar. Solía utilizarse para humillar, para dejar a alguien en mal lugar, más que para afirmar que la persona era tan corta. Era más utilizada por los hombres que por las mujeres, de lo que se desprenden dos cosas a cual peor: que los maderos con ojos eran las mujeres, y que eso de la violencia de género no es algo de nuestros días.
    -No te molestes en explicárselo, que no se entera de nada, es un madero con ojos.
    -Estoy harta de oírle decir que soy un madero con ojos. El día que menos lo piense doy un portazo y me largo.
     Saluditos.
¡Hola! La expresión que traigo hoy no es fea, es feísima, sobre todo por su significado, pero como todas en su lugar merece un sitio en este mercadillo. Hablamos de la expresión ser un madero con ojos, que significa ser poco inteligente, no pensar demasiado, no servir para nada más que para mirar. Solía utilizarse para humillar, para dejar a alguien en mal lugar, más que para afirmar que la persona era tan corta. Era más utilizada por los hombres que por las mujeres, de lo que se desprenden dos cosas a cual peor: que los maderos con ojos eran las mujeres, y que eso de la violencia de género no es algo de nuestros días.
    -No te molestes en explicárselo, que no se entera de nada, es un madero con ojos.
    -Estoy harta de oírle decir que soy un madero con ojos. El día que menos lo piense doy un portazo y me largo.
     Saluditos.
holae

domingo, 14 de mayo de 2017

Desbarajuste

¡Hola!: Aquí estoy, con otra catetilla para el mercadillo. En esta ocasión quizá no te resulte tan desterrada, más que porque se siga utilizando de vez en cuando, porque intuyo que ha formado parte del lenguaje en otras comarcas. Se trata de la palabra desbarajuste que no es otra cosa que desorden, de desordenar, claro.
    -Tiene tal desbarajuste de papeles en la carpeta que es imposible que encuentre el que necesita.
    -Es imposible tenerles bien la habitación, porque tardan ellos menos en desbarajustarla, que yo en ordenarla.
    -Lo suyo es tener el armario desbarajustado, y encima se queja de que para encontrar algo tiene que vaciarlo.
    Saluditos.

miércoles, 12 de abril de 2017

Rescaño

¡Hola! Si en la última visita te encontraste con el verbo rescañar, hoy, aunque es fácil deducirlo, te dejo el sustantivo rescaño. Significa lo que piensas: el trozo de pan que se corta con las manos. Pero atención, se trata de esos panes que llamamos de pueblo, grandes, redondos, no de las barras que hoy se consumen en la mayoría de los hogares. ¿Entendido?
    Saluditos.

domingo, 26 de marzo de 2017

Rescañar

 ¡Hola! ¿Has oído alguna vez la palabra rescañar? Me temo que no, aunque seguro que la acción de este verbo la has ejecutado muchas veces, sobre todo cuando eras niño. 
    Rescañar significaba y sigue significando a pesar de ser ya catetilla cortar el pan con las manos.
    —Deja de rescañar el pan y coge un cuchillo, que lo estropeas y luego no hay quien lo parta.
    Saluditos.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Trizas

¡Hola! ¿Qué te parece esta catetilla? Me refiero a trizas, hacer trizas: pedazos pequeños una cosa, destrozarte la piel al sufrir una herida.
    -Se cayó en un montículo de arena y se hizo trizas las rodillas.
    -No sé qué tiene en las manos, pero cosa que pilla, cosa que hace trizas.
    -La falda roja está tan pasada de moda que lo mejor es que cojas una tijera y la hagas trizas.
    Saluditos.

sábado, 11 de marzo de 2017

Escabullirse

¡Hola! Acabo de escabullirme de otras
 tareas para traer esta catetilla al mercadillo. Su significado está claro ¿verdad? Pero eso sí, escabullirse de las tareas, los asuntos o los compromisos que alguien controla hay que hacerlo con disimulo, sutilmente, de lo contrario no es escabullirse, es largarse o desentenderte sin más.
    Saluditos.

domingo, 26 de febrero de 2017

Pifias

¡Hola! Pifia o pifias. ¿Conoces esta catetilla ya en desuso? 
    El diccionario de la RAE tiene otros significados, pero por estos lares servía para referirnos a los niños traviesos, guerreros, muy inquietos.
    —Ya no sé qué hacer con él –diría una madre refiriéndose a su hijo-. Se levanta haciendo pifias y se acuesta sin dejar de hacerlas
    —Este hijo mío tiene el demonio en el cuerpo. Si no me está haciendo una pifia, es porque tiene tres en la cabeza y no sabe por cuál empezar. Imposible quitarle los ojos de encima.
    Algunos hicieron tantas que hasta se lo dejaron de apodo.
    Saluditos.

lunes, 20 de febrero de 2017

Quedarse a orzas

¡Hola! La catetilla de hoy no es una palabra, es una expresión, y nunca la oí fuera de estos lares. Se trata de quedarse a orzas, que quiere decir quedarse, por demasiado prudente, sin aquello que se reparte, generalmente comida.
   -O vienes pronto a coger un pastel, o te dejan a orzas.    
   -Empecé a repartir golosinas entre mis amigos y al final yo me quedé a orzas.

   Saluditos.

lunes, 13 de febrero de 2017

Bregar

¡Hola! Hermosa la catetilla que traigo hoy: bregar, que quiere decir trabajar afanosamente, luchar por conseguir algo, para cambiar las cosas, para convencer a alguien de algo…
    Miguel de Unamuno murió el 31 de diciembre de 1939 en Salamanca. Está enterrado en el cementerio de la ciudad. Su epitafio explica muy bien el significado de esta palabra:
    Méteme, Padre eterno, en tu pecho, misterioso hogar, dormiré allí, pues vengo deshecho del duro bregar.
    Saluditos.

domingo, 29 de enero de 2017

Melindres

¡Hola! ¿Alguna vez te llamaron melindres? Es posible, sobre todo de niño, esta catetilla fue muy usada. Pero por si no es el caso te recuerdo que ser un melindres es ser una persona muy delicada, tanto que nada está a su gusto y a todo le pone pegas: a la comida, a la ropa, al tiempo… Este “mal” suele curarse con los años, quizá porque hartos de sus protestas, se les deja de prestar atención, razón que justificaba su mayor uso con los pequeños.
    Saluditos.

sábado, 28 de enero de 2017

Bienvenida

Hola, Eladio: Celebro que te hayas añadido al mercadillo como seguidor. Me encanta descubrir que hay personas interesadas por palabras que de un modo u otro son muy nuestras. Gracias por ello, y ya sabes, siempre serás bien recibido.
    Saludos.

Ponerlo en casa

 ¡Hola!La catetilla de hoy es una expresión: ponerlo en casa. Es puesto en casa quien recibe una buena herencia que no esperaba, le toca la lotería o recibe sin esfuerzo una cantidad de dinero que le resuelve la vida económicamente. Normal que ya no se use esta expresión, ahora hay más posibilidades de heredar deudas que de heredar fortunas y la lotería… todos los días dicen que toca, pero ¿dónde y a quién?
    Saluditos.

lunes, 23 de enero de 2017

Mondadientes

¡Hola! Aquí llego, con otra catetilla: mondadientes. Los mondadientes son los palillos y porque sirven para extraer los restos de comida que se quedan entre los dientes.
    Lo curioso de esta palabra es que se usaba donde los palillos no se utilizaban: en los pueblos. Siempre fue un utensilio más capitalino que rural.
    Saluditos.

viernes, 20 de enero de 2017

Momio

¡Hola! Momio. ¿Te gusta esta catetilla? Pues cuando te diga lo que significa, si es que no te lo ha dicho nadie, te gustará más. Momio podemos traducirla por de balde, vivir de balde, para ser más concretos.
    ¡Vaya momio que tienen estas chicas con sus padres! Aunque trabajan ellos les pagan el piso, la luz, el agua, el teléfono…
    Lo que no puedo explicarte es por qué esta palabra fue tan usada; no creo que fuera tan frecuente encontrar momios, pero lo fue y hasta me atrevería a decir que hoy hay más razones que antes para seguir usándola. ¿O estoy equivocada?
    Saluditos.

sábado, 14 de enero de 2017

Ser peor que un dolor de muelas

¡Hola! La catetilla de hoy no requiere explicaciones para conocer su origen: ser peor que un dolor de muelas. Se usaba para decir de alguien que era muy mala persona. ¿Entendido?
    Deberíamos seguir usándola por dos razones. Primera: porque además de bonita, es muy gráfica. Y segunda: porque desgraciadamente sigue habiendo personas que son peores que un dolor de muelas. Pero cada cual que haga lo que quiera, lo importante es que nadie tenga que decirlo de nosotros.
    Saluditos.

viernes, 6 de enero de 2017

Echar una firma

 ¡Hola! Buscando en mi desván de catetillas me encuentro con una expresión muy propia de estos días en los que las heladas nocturnas se suceden unas a otras, aunque eso sí, afortunadamente está en desuso: echar una firma. Para entenderla, escarbar el brasero de cisco. ¡Cuántas veces la utilizaron nuestros abuelos en días como estos!
    —Echa una firma, que traigo los pies congelados.
    —Siéntate al brasero que ahora mismo echo una firma para que entres en calor. 
     Pero ¿sabes o recuerdas con qué se firmaba? En la próxima entrada te lo cuento. 
    Saluditos.