viernes, 11 de diciembre de 2015

Tener un censo

 ¡Hola!Aquí seguimos, con otra expresión para el mercadillo: tener un censo, es decir: dinero, mucho dinero, y ganado sin deficultades. Solía utilizarse cuando los niños no se cansaban de pedir cosas o algo suponía muchos gastos.
    Tener coche es una gran comodidad, pero entre gasolina, aparcamientos y multas, hay que tener un censo para soportarlo.
    Para ir con los niños a la feria, necesitas llevar un censo, no se cansan de pedir.
    Tengo un censo en medias. No sé qué hago, pero medias que estreno, medias que me cargo.
    Su origen obedece sin duda a cualquiera de los significados de la palabra censo. Fíjate en estos ejemplos:
    Cierta carga (impuesto, tributo). 
    Contribución o tributo que entre los antiguos romanos se pagaba por cabeza, en reconocimiento de vasallaje y sujeción.  
    Pensión que anualmente pagaban algunas iglesias a su prelado por razón de superioridad u otras causas. 
    Contrato por el cual se sujeta un inmueble al pago de un canon o pensión anual, bien como interés perpetuo de un capital recibido, bien como reconocimiento
de la propiedad cedida inicialmente.
    ¡aaadiós!

Ser fruta del tiempo

¡Hola! A ver si te gusta esta expresión ya cateta: ser fruta del tiempo.
    Ni naranjas, ni melocotones, la fruta del tiempo a la que se aludía con esta expresión eran los catarros.
     Como es natural cuando más se utilizaba era en otoño y en invierno.    
     —Me duelen todos los huesos. Parece que me han dado una paliza. Creo que me está rondando la gripe.
    —Seguro, en casa estamos todos igual, es fruta del tiempo.
    Sigue habiendo gripes, pero ya no gusta llamarla fruta. ¡Qué le vamos a hacer!
        Aaadiós.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Pinchar en hueso

 ¡Hola! Puede que esta expresión no sea de las más catetas, pero cateta es, los jóvenes ya no la utilizan y en los pueblos solo van quedando los mayores: pinchar en hueso, que equivale, más o menos, a no ponerle las cosas fáciles a alguien, a dar con un imposible. Ejemplos:
    No pierdas tiempo en convencerme que pinchas en hueso.
    Lo mejor es resolver las cosas hablando, pero si pinchas en hueso, no queda más remedio que denunciar los hechos.
    Esta expresión es de origen taurino. Pinchar en hueso es lo que hace el torero cuando entra a matar el toro y no acierta a hacerlo bien. Esto sucede porque la espada topa con algún hueso del animal y queda solo medio hundida.
    ¡Adiós!

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Tener oído de tísico

 ¡Hola! Me encanta la expresión que traigo hoy al mercadillo: tener oído de tísico, es decir, muy buen oído.
    Entiendo que esta expresión data de los tiempos en los que la tuberculosis se cobraba muchas vidas. Se supone que los familiares del enfermo hacían lo posible por ocultar la gravedad al enfermo para que no sufriera, y se lamentaban a sus espaldas, y hablaban en susurros con el médico, y se retiraban para informar a los vecinos que preguntaban por él, pero obviamente el enfermo era el único consciente de su mal, y lo mencionaran cerca o lejos, siempre percibía los comentarios.
    Todavía conozco una abuela que, cuando dice algo que no quiere que oiga su nieto de 16 meses, por ejemplo que se va a la calle, para que no llore porque no es el momento de llevarlo, y el niño, que es niño pero no tonto, se entera y llora, dice que tiene oído de tísico.  
    Aaadiós.

martes, 8 de diciembre de 2015

Ser más tonto que el que asó la manteca

¡Hola! Hoy abro el mercadillo con una expresión: ser más tonto que el que asó la manteca. De momento no sabemos quién era el que asó la manteca, pero está claro que no era tonto, era tontísimo. ¿A quién se le ocurre asar la manteca?
    Tampoco se entiende muy bien que esta expresión sea ya cateta, el número de tontos, y que nadie se ofenda porque los tontos no visitan este mercadillo afortunadamente, crece vertiginosamente cada día, y ya quisiéramos que la mayor tontería que hicieran fuera asar la manteca….
    ¿Entendido?
    ¡Aaadiós!