Hola, hola. Tirar de correa: defecar. Esta expresión sí tiene razones para ser cateta, data de los tiempos en los que, ante la ausencia de cuartos de baño, de agua corriente y demás comodidades en los hogares, había que salir al campo a hacerlo. Todo hace suponer que la inventaron los hombres que trabajaban en el campo o al aire libre. Por lógica, para despojarse del pantalón, tenían que quitarse primero la correa que los sujetaba, y con las prisas y la sobra de espacio, Dios sabe dónde demonios la largarían. Resumiendo: era la forma fina de decir que se largaban a cagar. Ya nadie la utiliza afortunadamente, pero como las palabras son inmortales, que viva en el mercadillo. ¿De acuerdo?
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
sábado, 5 de diciembre de 2015
Tirar de correa
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