¡Hola! Bienvenidos a mi mercadillo, aquí estoy, con otra catetilla: acachinar, es decir, matar de un golpe fuerte y certero en el cogote a animales de corral (conejos, liebres, pollos, gallos, pavos) con el fin de sacrificarlos para comer, generalmente cuando había invitados o en fechas señaladas.
A nivel familiar también se utilizaba en sentido figurado: ¡Que te acachino!, decían las madres desesperadas a los hijos guerreros, pero eso sí, nunca llegaba la sangre al río.
Hasta pronto.