¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
sábado, 29 de diciembre de 2012
Caerse la guinda o la moca y moquina
¡Hola!
¿Quieres conocer dos expresiones propias de esta época? Pues aquí las tienes: caerse la guinda o la moca, o sea, los mocos, como consecuencia de un catarro nasal producido generalmente por los fríos del invierno. Ambas son muy salmantinas, y digo son porque aunque por personas de mediana edad en adelante y procedentes de zonas rurales, se siguen utilizando cuando hay que tirar de pañuelo como es natural. Los muy jóvenes o capitalinos preferían decir que tenían moquina. En los pueblos moquina se utilizaba para referirse a los niños muy pequeños: “No sé si llevar el niño al médico, lleva dos días con una moquina que no me gusta nada”. En el primer caso denotaba cursilería; en el segundo, ternura.
Personalmente prefiero decir “Se me cae la guinda” a “Se me cae la moca” o “¡Vaya moquina que tengo!”, pero aunque ya catetillas, tanto las expresiones como la palabra, me parecen demasiado preciosas para olvidarlas.
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