¡Hola! Bienvenidos a mi mercadillo, aquí estoy, con otra catetilla: acurricar: perseguir a alguien hasta arrinconarlo.
Comentario: Generalmente los que acababan acurricados eran los niños. Era propio de los mayores jugar con ellos a perseguirlos. Los niños corrían para huir de los perseguidores a veces, a veces se arrastraban porque todavía andaban a gatas. Para animar la carrera solía gritarse: que te acurrico, que te acurrico, que te acurrico… y el acurricado, ovillado en cualquier rincón, se partía de risa.
Bonito juego ¿verdad?
Gracias por venir.