viernes, 6 de enero de 2017

Echar una firma

 ¡Hola! Buscando en mi desván de catetillas me encuentro con una expresión muy propia de estos días en los que las heladas nocturnas se suceden unas a otras, aunque eso sí, afortunadamente está en desuso: echar una firma. Para entenderla, escarbar el brasero de cisco. ¡Cuántas veces la utilizaron nuestros abuelos en días como estos!
    —Echa una firma, que traigo los pies congelados.
    —Siéntate al brasero que ahora mismo echo una firma para que entres en calor. 
     Pero ¿sabes o recuerdas con qué se firmaba? En la próxima entrada te lo cuento. 
    Saluditos.