lunes, 25 de octubre de 2021

Reliquias

Bienvenidos a mi mercadillo. Aquí estoy, con otra catetilla: reliquias.

 

Te parecerá vivita y coleando, pero no con el sentido que la hace digna de estar aquí: mimos, o si se prefiere, malas mañas. Fijaos en este diálogo:

 

—Me han dicho que has tenido el niño malo. ¿Qué tal está?

 

—Ya está bien, pero no veas las reliquias que le han quedado, después de diez días ingresada con él no me lo quito de encima.

 

—Tranquila, mujer, eso se cura sin medicinas.

 

—Esperemos.

 

Fue muy usada con este sentido y siempre con los niños y como consecuencia de una enfermedad. Si la cosa duraba unos días eran mimos, pero si se prolongaba eran malas mañas. “Lo malo no es lo mal que ha estado, lo malo son las mañas que le han quedado”, se decía.

 

Hasta pronto.