domingo, 30 de noviembre de 2014

Hastial

¡Hola! ¿Qué tal? Yo encantada de volver a mi mercadillo después de una larga pausa por razones que ahora no vienen al caso.
    Lo que procede es presentarte mi cateta de hoy: hastial. Preciosa palabra. ¿La conoces?
    El hastial era esa pared exterior de las casas que quedaba al resguardo del aire. En él, por las tardes, se sentaban las mujeres a coser, a charlar. Una costumbre que pasó a la historia. Ya ni en los pueblos se sientan las mujeres en el hastial a coser. 
    No hay razón para utilizarla, salvo que cuadre escribirla en algún texto, pero vale la pena recordarla. Seguramente son muchas las personas que recuerdan a sus madres en el hastial de una casa cosiendo con las vecinas. ¿A que sí?
    Hasta pronto.