¡Hola!Bienvenido al mercadillo. Si hace unos días te encontraste con el verbo esbarrancar, hoy, aunque solo sea para no hacer de menos al nombre, ya catetillo también, te lo presento: esbarrancón en singular y esbarrancones en particular. Un esbarrancón no es otra cosa que el desprendimiento de un trozo en una pared producido por un roce con algo, una patada o golpe por el estilo. ¡Vamos,!, lo que obliga a pintar, una lata. Saluditos.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
viernes, 27 de octubre de 2017
Esbarrancón
lunes, 23 de octubre de 2017
Satélite
¡Hola! ¿Qué tal? Acabo de llegar al mercadillo, con otra cateta, claro. ¿Quieres conocerla? Seguro que la conoces, que la has estudiado, que la utilizas incluso, pero no con el significado que se utilizó por aquí. Se trata de la palabra satélite. Si te fijas en el ejemplo, sobra explicar el significado. Ayer tuve a los dos satélites (nietos) en casa. No me dejaron ni comer tranquila. Todo el día los tuve detrás de mí. Me das esto yaya, me das lo otro, ven a jugar… Son incansables. Solo añadir que satélites solo se usaba para llamárselo a los niños cuando no dejaban de dar vueltas alrededor de los adultos porque su origen es de sentido común. Saluditos.
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