¡Hola! Ser el rigor de las desdichas: es la expresión que por cateta traigo hoy al mercadillo. El rigor de las desdichas eran, y siguen siendo, claro, porque las palabras no mueren, dejamos de usarlas, esas personas que se encuentran, sin buscarlos, todos los pequeños accidentes. Ya no sé qué decirte de Adela, el día que no se corta picando cebolla, se quema con la sartén. Ayer que no tuvo que cocinar casi se mata al bajar del autobús. Parece el rigor de las desdichas. Este niño es el rigor de las desdichas, cuando no tiene un chichón, tiene un ojo morado, siempre está señalado. Saluditos.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
sábado, 23 de enero de 2016
Ser el rigor de las desdichas
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