¡Hola! Bienvenido a mi mercadillo. A ver si te gusta la catetilla que traigo hoy: mentar. Podemos traducirla por hablar con alguien de alguien, generalmente que no vemos con frecuencia y bien. También por nombrar cosa o persona. Fíjate en los ejemplos:
-Te llamo porque ayer te mentamos en casa, y tanto hace que no sabemos de ti, que prometí llamarte hoy para informar.
-No creas que no me acuerdo de ti, raro es el día que no te miento.
-¡Vaya! Te estábamos mentando en este momento.
También se mentaba para mal. Las abuelas lo sabían porque les zumbaba el oído izquierdo. Sobra decir que si el que les zumbaba era el derecho las mentaban para bien.
¡Qué cosas!
Saluditos.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.