Hola de nuevo: En esta ocasión abro el mercadillo para dejar una expresión ya cateta: de higos a brevas, o sea, de tarde en tarde. Ejemplo: Solo nos vemos de higos a brevas, pero seguimos teniendo buena amistad. Y por cierto, ¿no sabes cuánto tiempo pasa de higos a brevas? Pues he aquí la respuesta: ocho meses aproximadamente. La cosecha de higos llega al finalizar el verano (septiembre u octubre), mientras que una higuera breval suele dar una cosecha de brevas al iniciarse el verano, sobre el mes de junio. Feliz tarde.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
miércoles, 30 de septiembre de 2015
De higos a brevas
Encorujarse
¡Hola! ¿Pasas un momento? Mira que cateta dejo en el mercadillo: encorujarse, o sea, encogerse una persona, hacerse un ovillo. Me la recordaba anoche una amiga que se resiste a dejar de usarla, hablando de una sobrina que está enferma. Decía: —Bueno, ahí sigue, por las mañanas se encuentra algo mejor, pero por las tardes se encoruja en el sillón y no tiene ganas de nada. Le sobran motivos para encorujarse, pero es joven y tan alegre y activa que pronto, así lo deseamos todos, dejará de tenerlos. Aunque por lo que más se encorujaban aquellas gentes era por alguna enfermedad más o menos grave, también se encorujaban por el frío, por el cansancio, por un disgusto o simplemente por vaguería. Feliz día.
lunes, 28 de septiembre de 2015
Achiperres
¡Hola! Aquí me tienes, con una cateta que no debería serlo: achiperres, que quiere decir trastos de tamaño pequeño y ningún valor que andan por los muebles, en el joyero, en los cajones y que solo sirven para recoger polvo que hay que limpiar. No es justo que se haya dejado de utilizar cuando más trastos tenemos y disponemos de menos tiempo, pero así somos de injustos con nuestra lengua. Y por hoy, cierro el mercadillo, tengo que quitar un sinfín de achiperres, porque yo, sin ningún pudor, la sigo utilizando. ¿Por qué no? Es mil veces más bonita que trasto, y para consuelo de la palabra, todos me entienden. Adiós.
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