¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
lunes, 19 de noviembre de 2012
Corrobla
¡Hola!
Aquí me tenéis, colocando otra cateta: corrobla, que significa festejo, celebración, convite para celebrar algo.
Antiguamente, y no tan antiguamente, los ganaderos salmantinos, como todos los ganaderos del país, vendían y compraban sus animales en las ferias de ganado. Al final de los tratos, bien el comprador, bien el vendedor, invitaba para celebrar el éxito de la operación. Al convite, además de las partes, se sumaban los acompañantes del que compraba y del que vendía, el o los que intervenían para mediar en la operación si surgían desacuerdos, y cómo no, los gorrones que nunca faltan. Este convite se llamaba corrobra, que quería decir corroborar, y que venía de robra, que era el contrato que firmaban las partes. Con el tiempo, las corrobras, salieron de las ferias y llegaron a los pueblos para festejar el Día de las Águedas, el Martes de Carnaval y otras fechas señaladas.
Y ahora viene la pregunta: ¿Por qé digo corrobla si eran corrobras? Pues he aquí la respuesta: Los serranos salmantinos, al igual que con otras palabras, le cambiaron la erre por la ele, y con corrobla se quedó para los restos, digo se quedó porque aunque ya nadie hace corroblas, se sigue utilizando como nombre de algunos establecimientos. Es fácil encontrar por la zona algún bar o restaurante que se llame La Corrobla. ¿Hay alguna forma más hermosa de conservar nuestras catetas?
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