martes, 7 de agosto de 2018

Ser el parto de Herodes

¡Hola! Bienvenido a mi mercadillo. Seguro que nunca oíste decir a nadie esta dormida expresión: “Ser el parto de Herodes”.

     Esta expresión tan peculiar mis mayores, por estos lares, la usaban para decir que una tarea, bien por ser complicada, bien por desidia, tardaba mucho en hacerse, tanto que se perdía la paciencia esperando, y no siempre se veía terminada.

     Ni que fuera el parto de Herodes, se decía ante un cochinillo que tardaba mucho en asarse.  
     Parece el parto de Herodes, se decía ante una obra que no se veía avanzar.

     En algún texto leí hace años, no recuerdo si en algún libro o en la sección de curiosidades de alguna revista, que la madre de Herodes estuvo once meses embarazada de él. No afirmo que quien lo escribió, tampoco recuerdo su nombre, tuviera datos fehacientes, pero sí hay que tener en cuenta lo siguiente: el calendario juliano, en vigor desde el año 46 a. e. v., instaurado por Julio César, y que fue el calendario del imperio romano en la época de Jesús, difiere bastante del gregoriano, que es por el que nos regimos hoy en la mayoría de los países. Cabe la posibilidad de que si el embarazo coincidió con los meses que tenían un día o dos menos que los nuestros, y otros días que por ley natural se retrasara el parto, Herodes naciera tras once meses de gestación. De todos modos me gusta decir que éste es el origen de la expresión, pero si se te ocurre otro más razonable, ya sabes, ¡a contarlo! Será bien recibido.

    Saluditos.