domingo, 9 de junio de 2013

Estribar y Sostribar

¡Hola! La palabra correcta, como tan gentilmente alguien nos dice en su comentario, a quien por cierto, desde aquí quiero agradecer su regalo, es estribar, y es cateta porque ya nos apoyamos sobre una pared para descansar o ponemos o arrimamos algo sobre ella para que no se nos caiga, pero ni estribamos algo que corra peligro ni nos estribamos nosotros. Esta palabra ha pasado a la historia. Yo diría que ni siquiera tuvo su época de esplendor como tantas otras catetas, su uso se limitó –es mi opinión- a la relación entre jinete y caballo. “No estribó bien el pie en el estribo y se cayó del caballo”. Sin embargo, en la Sierra salmantina, donde yo veraneaba de niña y donde empecé a recoger mis catetas, sí era de uso común, aunque eso sí, de forma incorrecta pues ellos decían sostribar o sostribarse. “No te sostribes en la mesa que no he limpiado el hule todavía y te manchas”. “Se sostriba en el mostrador del bar y no se acuerda de marcharse”. “Me sostribé cinco minutos después de comer y me quedé dormido”. “Sostriba la escalera a la pared que te vas a tropezar con ella y te matas”. La palabra correcta, o sea, estribar, la utilizaban con el sentido de basar o basarse. “¿En qué te estribas para pensar eso de mí?” “El maestro se estribó en el último examen y suspendió al alumno”. “Si te estribas en lo que dicen los demás, o no harás nada, o lo harás siempre mal”. Resta decir que sostribar es una palabra cateta, tan cateta que creo que ya solo la utiliza mi madre y de tarde en tarde. Personalmente, espero que, aunque solo sea porque es una de las primeras palabras de mi colección, me perdone, no la utilicé nunca: siempre tuve la impresión de que decir sostribar por estribar era como decir haiga por haya. Pero estribar, claro que la utilizo, generalmente con el último sentido, aunque cateta, es una palabra hermosa.