¡Hola! Aquí me tienes, con otra cateta: rebullir, que no es, aunque ya no se utilice, otra cosa que empezar a moverse. Voy a echarles de comer a los cerdos, que ya llevan una hora rebullendo. Deja de rebullir y sal de la cama, que ya se ve y hay mucho que hacer. Según el abuelo lloverá en breve, llevan dos días rebulléndole las rodillas, y cuando los huesos rebullen hay que sacar los paraguas. Hasta pronto.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
domingo, 22 de marzo de 2015
Rebullir
Suscribirse a:
Entradas (Atom)