sábado, 21 de abril de 2018

Ser de mala prosapia

¡Hola! Entiendo que si has venido a mi mercadillo es porque te apetece conocer otra de mis catetillas. Pues aquí la tienes: “Ser de mala prosapia”, es decir, de mala familia.
     Como bien sabes prosapia se refiere a las generaciones que nos preceden a cada uno. Lo curioso de esta expresión es que siempre se utilizaba para recalcar que nuestros ascendentes no dejaron buen recuerdo. Hasta cuando se decía “de buena prosapia viene”, se decía para afirmar que había nacido con todas las posibilidades de ser persona poco recomendable. Entiendo que también se puede venir de buena prosapia (familia), pero esto, Dios sabe por qué, no contaba.
     Saluditos.

domingo, 15 de abril de 2018

Éramos pocos y parió la abuela

¡Hola! Acabo de llegar al mercadillo, con otra catetilla, claro. ¡Éramos pocos y parió la abuela! 
     Esta expresión viene de perlas para quejarte de algo negativo que sucede tras una cadena de sucesos desafortunados. Imagínate que un día sales   a hacer gestiones y todo te sale del revés: te has visto morado para aparcar, llueve a mares, el aire te lleva el paraguas, los zapatos se te han calado, por no llegar a la hora, de tres cosas que ibas a hacer, solo has hecho una, y cuando con un humor de todos los diablos llegas al aparcamiento te encuentras con que la grúa te ha llevado el coche. Aquí es donde hay que gritar con toda la razón del mundo ¡éramos pocos y parió la abuela!, Que es tan eficaz como cualquier palabrota, pero más elegante. Y si alguien te acompaña y quiere reírse de tu cabreo, puede añadir con toda la calma del mundo: “Y encima trajo mellizos”. 

     Saluditos.