Hola a Montse, hola a todos. Hoy no vengo a mi mercadillo con una de mis catetillas, vengo con mi particular traducción de la expresión que tan gentilmente ella nos ha dejado en su comentario.
“Andai agudos a escolumbrar el cuento”, nos cuenta que de niña les decía su vecina a ella y a su nieto. Está claro que la teníais tan harta que os mandaba con la música a otra parte para que la dejarais en paz un ratito. Bonito recuerdo, ¿verdad? Es curioso observar cómo una simple frase puede hacernos recordar a una persona toda la vida. Pero si yo tuviera que escribirla de forma más estudiada, la escribiría así: “Andar despiertos (vivos, sagaces) a columbrar (averiguar algo de lo que solo se tienen indicios, conjeturas, sospechas) el cuento”.
Expresiones con el verbo columbrar, escolumbrar que decían ellos, no figuran en mi cuaderno de palabras dormidas, porque las palabras no mueren nunca, simplemente se quedan dormidas de aburrimiento cuando dejamos de usarlas, pero creo que fue un verbo muy usado por la zona de Villoria y pueblos alrededor. ¿Andaré acertada?
De todos modos, en nombre de la expresión, gracias por despertarla para darse un paseo por mi mercadillo donde, como todos los seguidores, serás siempre bien recibida.
Saluditos.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.