¡Hola! Bienvenido a mi mercadillo. Te dejo esta catetilla: ladino, que se utilizaba para decir que una persona era sagaz, pícara, taimada, o más entendible, que hablaba a medias, como queriendo decir algo pero sin decirlo.
-Me lo dijo fulano, pero tan ladinamente, que no sé si creerlo o no.
-Es tan ladino pidiendo que siempre consigue lo que quiere.
Nota: el ladino era la lengua religiosa de los sefardíes, por lo que sin duda tiene en ella su origen. Lo que resulta sorprendente es que nuestros antepasados de estos lares, que ni siquiera sabían quienes eran los sefardíes, la utilizaran, y mucho por cierto.
Saluditos.
¡Bienvenido a mi mercadillo! Aquí podrás encontrar palabras y expresiones salmantinas que la cultura mal entendida arrinconó por catetas. Me parece tan impropio de los que tenemos el don de hablar avergonzarnos de ellas, que hoy, para ponerlas en el lugar que les corresponde, abro este mercadillo. ¿Te gustaría ayudarme? Espero tu visita y, si quieres traerme un regalo, ya sabes lo que me gusta: una cateta de tu tierra. Seguro que tienes muchas. Y antes de irte, ojea mi periódico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita